En 1910 Luis del Valle dejó su trabajo en la orfebrería de su Valladolid natal, para junto a su mujer Luciana, establecer un taller de joyería, grabado y engaste en Gijón.
Su afán de crear piezas únicas y diseños exclusivos les hace viajar seleccionando las mejores materias primas.
Creación y diseño con la máxima calidad y unos principios de ética y seriedad en cada actuación, definen la larga trayectoria de DEL VALLE.